Guerra Espiritual

 

Satanás: Su Origen y su Caída

“Sean sobrios y velen; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar”  (1 Pedro 5:8).

Introducción

Una inmensa mayoría de personas debido a su  enorme ignorancia de las cosas espirituales, niegan la existencia de un infierno que es real. Y es obvio que al negar esta verdad irrefutable, también están negando la existencia misma de Satanás, que es tan real como que el sol mismo nos da su resplandor cada día.

Entre esas grandes mayorías también están aquellos que tratan de “enseñar” lo que no saben; es decir, las verdades bíblicas, cuando ellos mismos las desconocen y argumentan que el infierno es sólo un “estado mental” y que Satanás es sólo un “símbolo del mal”. Gravísimo error. No se puede aceptar solo una parte de la declaración bíblica e ignorar el resto. Ella nos revela acerca de la existencia de Satanás. Toda la biblia es la verdad.

La iglesia del Señor “corre” el peligro de subestimar ese poder, y debido a ello es necesario que prestemos oído a la amonestación del apóstol Pedro en su primera carta apostólica 5:8.

La revelación bíblica nos dice que el Dios Trino tienen un enemigo acérrimo, que esta dispuesto a “… robar, matar y destruir…” todo lo que tenga que ver con el reino de Dios, y muy especialmente con aquella que representa la razón de su amor: su iglesia amada.

Ese enemigo que en otro tiempo, en el extenso pasado de la eternidad, era el preferido del Señor, cuya voz era como sonido musical, que alegraba el corazón de Dios y llenaba el cielo con la alabanza y la adoración, y que hasta su nombre era especial: “Lucero hijo de la mañana” hoy está convertido en: Satanás el diablo, adversario de Dios y de su iglesia. Pero, ¿cuál es el origen de este ser angelical?

 

I.         El propósito de la creación de Satanás     (Ezequiel 28:12-19)

Mucha gente a su vez se pregunta lo siguiente: - “¿De donde viene Satanás el diablo? ¿Quién es él? ¿Cómo apareció?”. Para conocer el origen de este ángel caído debemos remitirnos a las Sagradas Escrituras las cuales nos revelan todo lo relacionado a su existencia:

1.   ¿De donde viene?

Satanás es un ser angelical creado. Dios el Señor Todopoderoso es su creador. Cuando lo creó le dio los siguientes  atributos:

·  Recibió el sello de la perfección; es decir, lo hizo perfecto en todo y para todo   (leer Ezequiel 28:12b)

·  Fue colmado de sabiduría; es decir, que fue la criatura angelical más sabia de todas las demás (leer v. 12b)

·  Fue acabado de hermosura; es decir, que también fue la criatura angelical más hermosa de todas las demás (leer v. 12b).

·  Recibió una vestidura esplendida que fue adornada de todas las piedras preciosas que existían en el cielo (leer v. 13a).

·  Fue creado para ser el ministro de adoración en el santuario de Dios; “… los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación”  (leer v. 13b), otra versión dice que su voz era como sonido musical

·  Fue el primero de todos los ángeles creados, por lo que recibió el rango de “querubín grande” esto lo hacía el protector del santo monte de Dios; es decir, que estaba encargado de mantener la santidad pura en el cielo (leer v. 14a).

·  Tenía libre transito por entre el mismo trono de Dios: “… en medio de las piedras de fuego te paseabas”, estaba muy cerca del Señor, a un paso de Él.

·  Además tenía el atributo más grande y sublime que Dios le ha dado a sus criaturas inteligentes: “el libre albedrío”. Simplemente hizo mal uso de ello.

·  El nombre que Dios le asignó: “Lucero del amanecer”. Lucero en griego es Lucifer, que significa: “el que porta o aporta la luz”, indica la naturaleza de su origen.

Además también Dios le dio dignidad. Esto en términos bíblicos significa que aunque esté caído de la gracia divina, tiene que ser respetada, del mismo modo que la vida de Saúl (aunque caído del favor divino) era aún sagrada a los ojos de David por que era el ungido de Dios (leer 1 Samuel 24:10).

 

 

La biblia nos muestra en el libro de Job 1:6, que Satanás aún tiene acceso a Dios en los cielos. Esto posiblemente sea en algún otro lugar del cielo, pero no en el monte santo de Dios, porque fue arrojado de allí mismo debido a su rebelión.

También nos revela que llegará el día que el arcángel Miguel, el comandante general de los ejércitos de Dios y sus huestes de guerra celestiales, lucharan contra Satanás y sus ángeles caídos y que estos serán expulsados definitivamente del cielo a la tierra (leer Apocalipsis 12:7). Aun el mismo Señor Jesús dijo a sus discípulos proyectándose en su tiempo hacía el futuro: “… Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo” (leer Lucas 10:18).

El Señor mismo respeta la dignidad de Satanás, puesto que su trato hacía el se manifiesta de una manera prudente de parte del mismo Dios “Y dijo Jehová a Satanás: ¿De donde vienes?... ¿No has considerado a mi siervo Job que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal? (leer Job 1:7-8). Nótese la forma moderada en que Dios se dirige a Satanás.

En la epístola del apóstol Judas se observa la acción del arcángel Miguel en relación con Satanás como ejemplo de moderación al hablar de las dignidades: el no se atrevió a proferir juicio de maldición contra Satanás el diablo, sino que le dijo: “… el Señor te reprenda” (leer Judas v. 9).

Otra revelación bíblica indica que Satanás a sido puesto en dignidad, y queda confirmada en Colosenses 2:15 por el hecho de que Cristo, en la cruz, despojó a “… los principados y a las potestades…” (Y no solamente a las potestades).

2.   ¿Cómo se convirtió en… Satanás el diablo?

La biblia revela de Satanás: “Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad” (leer Ezequiel 28:15). Aquí hallamos un ejemplo claro del mal uso del libre albedrío, siendo que Lucero era el ser creado de más alto rango hasta ese entonces (leer Ezequiel. 28:12)

1.      Era el modelo de la perfección misma.

2.      Estaba colmado de sabiduría.

3.      Era perfecto en belleza y hermosura.

4.      Tenía libre acceso a la corte del trono de Dios.

5.      Estuvo en el Edén de Dios, la morada de Adán (fue testigo de la creación).

6.      Tenía una vestidura resplandeciente adornada con piedras preciosas.

7.      Su voz era perfecta, hermosa, indescriptible, como sonido musical.

Con todos estos dones que Dios le había dado como atributos, Lucero  comenzó a exaltarse a si mismo, y debido a este pecado:

1.      Su corazón se enalteció y se corrompió debido a su perfección y hermosura (leer Ezequiel 28:17). No supo vencer la arrogancia.

2.      Comenzó a pasar por alto su posición de siervo.

3.      Deliberadamente se fue olvidando que todo lo que él era y tenía, se lo debía a Dios (santidad, hermosura, belleza, unción, dones, etc.)

4.      Por último dejo de adorar a Dios y deseó ser adorado (leer Lucas 4:7-8).

 

3.   Los cinco “YO” de Lucero   (Isaías 14:12-17)

1.      “… Subiré al cielo…”  (leer v. 13a)

Esto solamente es un atributo de Dios mismo y de nadie más. Por cuanto Él es el Creador, el Señor, el Sustentador, el Protector divino, el Gobernante de su creación. Nadie más podía desempeñar esta altísima posición. Y Lucero anhelaba ocupar totalmente el lugar de Dios en estas funciones.

2.      “… junto a las estrellas de Dios levantaré mi trono…”   (leer v. 13b)

Las estrellas aquí, simbolizan a los ángeles de Dios en los cielos. Lucero tenía solo una tercera parte de las huestes del Señor bajo su mando: los adoradores, que entonaban instrumentos musicales y cantaban, a quienes arrastró con su mentira y rebelión y los hizo caer junto con él de la gracia divina. Otra tercera parte están bajo el mando del arcángel Miguel: son los guerreros. Y la otra tercera parte están bajo el liderazgo del arcángel Gabriel: son los mensajeros de Dios . Lucero quería tener a toda la población angelical incluyendo a los líderes mayores y menores bajo “su trono” (gobierno absoluto), dejando de lado a Dios. Él quiso ser dios y que todos le adorasen y sirvieran. Aun quiso que su Creador le adorase a el. 

3.      “… en el monte del testimonio (esto es Sión) me sentaré…”   (leer v. 13c)

El había estado siempre tan cerca del trono de Dios. El sabía que Dios el Señor solamente podía renovar su pacto con el hombre desde ese lugar. Desde allí fue llamado Moisés, allí le fueron entregados a Israel las Tablas de la Ley. Allí fue confirmado el pacto de Dios para con Israel como su pueblo escogido.

Satanás quería anticiparse a esta acción del Señor, e intentar anular todo favor de Dios hacía el hombre, o sea, que el hombre no representara a Dios en la tierra. Aun agotó su último recurso para ello, cuando tentó allí mismo al Señor Jesús que había venido a recuperar lo que le había robado al hombre.

4.      “… Sobre las alturas de las nubes subiré…”   (leer v. 14a) (Apocalipsis 14:14)

Lucero sabía que el único que estaba “sobre las nubes”, (sinónimo de las alturas) era Dios y nadie más que Él; es decir, que toda la bendición y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y la honra y el poder y la fortaleza solo le pertenecen al Señor por los siglos de los siglos (leer Apocalipsis 7:12). Esto sugiere el señorío absoluto que Satanás pretendía robarle a Dios. El Salmo 93:4 dice: “Jehová en las alturas es más poderoso que el estruendo de las muchas aguas”

5.      “… seré semejante al Altísimo”   (leer v. 14b)

1.      Quería ser igual a Dios.

2.      Quería ser servido y ya no servir. Nótese el ejemplo de Cristo en Mateo 20:25-28.

3.      Este mismo espíritu de arrogancia tienen muchas personas en el mundo, pues ellos mismos desean ser señores de su propia vida.

II.        Lucero se rebeló contra el Señor y fue echado del Monte de Dios

            “¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana!...” (leer Isaías 14:12)

          Fue lanzado a la tierra. El Verbo de Dios (posteriormente Cristo) lo lanzó.

 

La biblia dice que al ser detectado el mal en el corazón de Lucero, este fue arrojado inmediatamente del santo monte de Dios, nunca más tuvo acceso a este lugar. Fue quitado del lugar en que estaba a causa de su soberbia e insubordinación:

·  “… Más tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo…” (leer Isaías 14:15). Fue lanzado del reino de luz a las regiones de tinieblas (el abismo). Nunca más volvería a estar en la luz. Por eso odia a Dios.

Una tercera parte de la población angelical fueron lanzados con él

           “… y su cola (rebelión) arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra” (leer Apocalipsis 12:4, 9).  

La biblia dice que Lucero con su cola (sinónimo de rebelión) arrastró a la tercera parte de los ángeles buenos que estaban bajo su liderazgo (ver gráfico Nº 1), los cuales al perder su dignidad fueron echados del todo de la presencia de Dios y arrojados fuera de allí.

“A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste; por lo cual yo te eché del monte de Dios…” (leer Ezequiel 28:16).

Cuando entró el orgullo y la soberbia en el corazón de Lucero, comenzó a sembrar el mismo espíritu en el corazón de los que estaban bajo su liderazgo y en base a la mentira los descarrió. El solamente podía tratar con los que estaban bajo su mando, no podía tocar a los otros que estaban bajo el liderazgo de otros arcángeles.

“La multitud de tus contrataciones…” significan los “tratos y arreglos” que Lucero estaba realizando entre las huestes angelicales bajo su cargo. Esto lo venía haciendo de manera sistemática y progresiva, puesto que en el cielo no se cuenta el tiempo como en la tierra.

Y Lucero comenzó a realizar el “proselitismo celestial”; es decir a hacer lo mismo que hacen los candidatos políticos cuando buscan obtener los votos del pueblo para ser elegidos y llevados al poder. Es posible que el les dijera algo parecido a esto: - “Si ustedes me ayudan a derrocar a Dios de su trono, yo les pondré sobre lugares muy importantes en “mi gobierno celestial”. El hecho de que los ángeles que tenía bajo su mando estaban sujetos a él, fue factor muy influyente para que estos creyeran y aceptaran sus “propuestas”.

III.          ¿Como estableció su reino?

Luego de haber sido echado del reino de luz hacía “las tinieblas de afuera”,   proyectó su dominio organizando y estableciendo una estructura de gobierno para su reino espiritual en estas tinieblas. Estableció principados mayores y menores, potestades, gobernadores y huestes demoniacas (leer Efesios 6:12). Todos estos se sujetan y le obedecen incondicionalmente. Nadie se le rebela. El sobresale por encima de todos ellos. En su reino hay jerarquías semejantes a las de un cuerpo militar o institucional de la tierra. Estos son los tronos, dominios, potestades y huestes demoniacas con los cuales la iglesia del Señor tiene guerra constante. Todo esto lo vio y lo organizó imitando el orden de Dios en el cielo.

3.1.       Los lugares celestiales

Los lugares celestiales revelados en la biblia son aquellos en donde moran los espíritus celestiales. Según la revelación divina hay dos tipos de lugares celestiales:

      Las regiones de luz. Que le pertenecen a Dios. Estas son “… los lugares celestiales en Cristo” (leer Efesios 1:3,  2:6). Este es el reino de luz o el tercer cielo,    y

      Las regiones de tinieblas. Donde moran y operan todos los mandos demoniacos (leer Efesios 3:10). Este es el segundo cielo  (leer Daniel 10:13, 20). Estas regiones no le pertenecen a Satanás. Dios lo arrojó allí. Son como una especie de prisión (leer Judas v. 6).

A.    Regiones del reino de luz

Es obvio admitir que el reino de luz tiene a su vez diferentes regiones y cada una de estas con un propósito de uso, trabajo o función de parte de Dios. Por ello es necesario dejar bien aclarado que el lugar en donde tienen un “encuentro y diálogo” el Señor Dios Todopoderoso y Satanás según Job 1:6-7, es en alguna de estas regiones u otro lugar, pero jamás dicho ”encuentro” pudo haberse realizado en el Monte Santo de Jehová (o Lugar Santísimo), ya que a ese lugar no puede entrar ninguna cosa inmunda; es decir, un corazón rebelde, soberbio, lleno de orgullo y arrogancia como el de Satanás.

B.    Regiones del reino de tinieblas

Satanás al haber sido arrojado del reino de la luz, fue echado a las tinieblas que existen fuera de este reino de luz. Nunca más le fue permitido entrar al santo lugar. En las esferas celestiales de tinieblas estableció su reino y desde allí operan los altos mandos de todo su gobierno. En cambio las huestes demoniacas operan en las esferas terrenales; es decir, en la vida y conducta de los hombres que están en la tierra que es el primer cielo.

Asimismo, en este reino hay variadas regiones gobernadas por principados demoniacos, que tienen la función de mantener cautivas y oprimidas a las almas humanas en diferentes formas de esclavitud, por ejemplo:

Físicamente:

•       Diferentes infecciones causada por virus malignos   (leer Mateo 8:14-15)
•       Posesión demoniaca “pasiva”   (leer Mateo 8:16)
•       Posesión demoniaca “agresiva”   (leer Mateo 9:28)
•       Parálisis genética o de nacimiento   (leer Mateo 9:2)
•       Diferentes tipos de cáncer   (leer Mateo 10:20)
•       Ceguera genética o de nacimiento   (leer Mateo 9:27 – Juan 9:1)
•       Lepra dérmica   (leer Marcos 1:40)
•       Extremidades paralizadas   (leer Lucas 6:6)
•       Enfermedades de muerte   (leer Lucas 7:2)
•       Hidropesía, esto es agua en el cuerpo   (leer Lucas 14:2-3)
•       Falta de fe para creer en Dios   (leer Mateo 13:58;  Marcos 6:6; 9:24)
•       Adulterio conyugal   (leer Juan 8:4)
•       Idolatrías religiosas   (leer Romanos 1:23-25)
•       Sexo desordenado: homosexualismo, lesbianismo, etc.  (leer Romanos 1:26-27)
•       Depravación general   (leer Romanos 1:28)
•       Fornicaciones físicas, incestos, homicidios físicos,
•       Robos, borracheras, hechicerías, depravaciones, entre otras muchísimas más.

Espiritualmente:

•       Injusticias, fornicación espiritual, perversidades, avaricias, maldades, envidias, homicidios espirituales, contiendas, engaños,    malignidades, murmuraciones, detracciones, aborrecedores de Dios (lo rechazan), injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia, etc.
•       Practicantes de las ciencias ocultas en todas sus formas.

3.2.       Su trono

Satanás a establecido su reino en este mundo, y tiene su trono fijado en el lugar más alto de toda la tierra que se encuentra en el MONTE EVEREST, que se halla ubicado en una gran cadena de altas montañas del Himalaya en el Asia Central entre la meseta que separa el Tíbet de la India. Esta cadena montañosa tiene una altura de 8,889 metros s. n. m. Es un lugar de muy difícil acceso. En esos lugares solamente hay algunos monasterios de monjes budistas, quienes viven aislados de la civilización durante toda su vida. No hay pueblos habitados ni nada parecido. Desde allí Satanás emite sus “ordenes” a sus príncipes continentales por medio de sus “emisarios edecanes” quienes le sirven de mensajeros y también tiene emisarios mensajeros exclusivos para cada uno de sus principados mayores.

Desde que fue arrojado del reino de luz, Satanás a logrado constituirse por si mismo en el dios de este mundo (leer 2 Corintios 4:4). El reino que el ha establecido en este mundo esta unido “casi” a la perfección para hacer el mal. El mismo Señor Jesús declara que su reino no esta dividido (leer Mateo 12:25-26). ¡Si la iglesia de hoy estaría así de unida sería otra cosa!

Su reino de maldad fue establecido para oponerse a Dios, y siempre se ha venido oponiendo a los planes del Señor desde el comienzo de la creación terrenal. Aparte de todo lo demás (destrucción, caos y muerte), específicamente ha hecho todos los esfuerzos posibles para oponerse al plan de redención que Cristo vino a lograr para reivindicar a la raza humana caída. Satanás tiene un sustituto para todo lo bueno, justo y santo, con lo cual trata de engañar a los cristianos fieles. Y en su intento de detener el plan divino de redención ha organizado su reino de la siguiente manera:

El “estado mayor” de Satanás    (las jerarquías demoniacas)  

Los cinco príncipes continentales como principados mayores y oficiales de la más alta jerarquía, y Baal-zebub (príncipe mayor de los demonios), forman el “estado mayor general” de gobierno espiritual que ejecutan irrevocablemente las órdenes del comandante en jefe: Satanás. Sus tronos de gobierno están ubicados en los lugares más altos de cada continente. En este “consejo supremo” se planifican las estrategias y acciones a ejecutarse en las esferas terrenales, y especialmente en contra del avance de la iglesia del Señor.

Todos los hechos de maldad y daño que ocurren en la tierra en la vida de los hombres, primero son planificados y realizados en estas esferas de maldad; es decir, que primero ocurren en este reino de tinieblas para luego ser consumados en la tierra. Lo espiritual gobierna a lo natural. Contra este sistema esta luchando la iglesia de nuestro Señor Jesucristo.