Las Herejías Destructoras

18.07.2012 12:39

Las Herejías Destructoras

"Pero hubo tambien falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre ustedes falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre si mismos destrucción repentina. Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado"  (2 Pedro 2:1-2)

Introducción

En esta serie de guerra espiritual compartiré con mucho amor algunas de nuestras experiencias que el Señor nos ha permitido tener, de lo cual hemos aprendido a conocer algunas de las estrategias del enemigo, no todas por cierto. Anhelo de todo corazón que este pequeño aporte sea de abundante bendición a los creyentes fieles y sinceros, a las familias cristiana, a la iglesia en común, y especialmente a aquellos que están luchando contra fuerzas espirituales de maldad y que no pueden vencer con sus propias fuerzas. Solamente con la fuerza del Señor “somos más que vencedores…”

 

Aqui quiero enfocarme en el asunto de las experiencias espirituales, que hoy en día se están "manifestando" en la iglesia del Señor Jesucristo ya casi en toda la faz de la tierra. La iglesia del Señor a sido contaminada con cosas nuevas a manera de doctrina o culto. Sin embargo nada de estas experiencias nuevas que hoy se ven, tienen un sólido sustento o respaldo bíblico. Lamentablemente son las congregaciones locales que no están bien fundamentadas en la Palabra de Dios las que están siendo seducidas facilñmente por este tipo de experiencias espirituales susodichamente del Espíritu Santo, lo cual es totalmente falso. 

Estos soñadores y promotores de algunas "experiencias nuevas" en la iglesia, argumentan y afirman como bandera de doctrina lo que el Señor Jesús dice en Juan 14:12 - "De cierto, de cierto les digo: El que en mi cree, las obras que yo hago, él las hará tambien; y aun mayores hará..." - para sustentar las cosas que promueven. Esta es una estrategia eficaz de Satanas que usa a sus ministros del error y el fraude. Las Escrituras mismas revelan la naturaleza de estos personajes de quienes afirman: "Porque estos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es maravilla (sorpresa), porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Asi que, no es extraño si tambien sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras" (2 Corintios 11:13-15).

Ciertamente algunos creyentes son seducidos muy sutilmente y aun pastores permiten que estas "experiencias nuevas" sean parte del culto teológico en la iglesia local, ¿porque lo permiten? simplemente porque no se toman el tiempo necesario para discernir lo que está disfrazado; es decir, encubierto de una manera muy disimulada, puesto que aquellos que promueven estas "experiencias nuevas" usan lo que está escrito en la biblia para "sustentar" estos errores. Pero usan las Santas Escrituras fuera del contexto original. 

Algunos están a tiempo todavía de desechar estas herejías de sus congregaciones locales, para lo cual deben apelar al Espíritu de la revelación biblica, porque solamente los indoctos son los que no pueden entenderlas y por eso las tuercen erróneamente. Otros sin embargo, ya han caído demasiado hondo en el abismo de la herejía que ya les es imposible salir de allí y volverse de su error, estos son los que de una manera osada aun continúan promoviendo estas "experiencias nuevas".

La biblia nos da una razón muy poderosa para revelar el porqué estos ministros del error aun siguen en su mismo propósito, cuando afirma en Judas vv. 10 y 11 "Pero estos blasfeman de cuantas cosas no conocen; y en las que por naturaleza conocen, se corrompen como animales irracionales. ¡Ay de ellos! por que han seguido el camino de Caín, y se lanzaron por lucro en el error de Balaam..." . Es sencillamente por lucro.

El diablo les ha segado el entendimiento a tal punto de llegar a sustentar con la Biblia los argumentos de su error. Les es imposible volverse atrás de su error, sobre todo si además han permitido entrar a sus corazones a los espíritus de codicia, de lucro, de avaricia, de mentira, etc.

Nuestro Señor Jesucristo cuando desarrolló su ministerio terrenal, no tenía donde recostar su cabeza (no tenía una vivienda fija), estos maestros del error tienen lujosas mansiones. El Señor solo disponía de una túnica como vestimenta, ellos ostentan costosos trajes de vestir, incluyendo calzado lujoso, corbatas finas, relojes "Rolex", etc. El Señor a pesar de haber podido hacerlo, no usó un medio de transporte para movilizarse de un lugar a otro; sin embargo, estos tienen lujosos automóviles y es más, un auto para cada ocasión: uno para ir de compras, otro para ir de paseo, otro para ir a la iglesia, otro para ir las visitas, etc. "El discípulo es más que su maestro, ni el siervo más que su señor.  Bástele al discípulo ser como su maestro, y al siervo como su señor..." (Mateo 10:24-25).                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                

Los falsos apóstoles, falsos maestros y falsos profetas levantan “altares” de piedras dentro de un templo local. Otros van más allá aún, ungiendo con aceite las piedras, para darle "mayor solemnidad". Y usan ese “altar” como mesa para que los hermanos “pasen a pactar” con Dios trayendo “la mejor ofrenda” económica y depositándolas encima de las piedras.

Es obvio, que antes ellos deben haber predicado un “tremendo” mensaje de motivación a la iglesia preparando el terreno para dar el zarpazo final. El espíritu que ellos transmiten a través de sus palabras tiene el poder de convencer a los oyentes pues esta inspiración viene desde el mismo trono de Satanás. Son hábiles maestros del fraude y del error doctrinal. Esto demuestra que la verdadera amenaza y el peligro en contra de la iglesia no se encuentra fuera de ella, sino que esta en su propio seno interior. Esta es la que surge de la conducta inmoral de estos falsos predicadores (o lobos rapaces), y de la falsa enseñanza que pregonan.

Estos maestros del fraude, nunca predican o enseñan un mensaje completo acerca de Jesucristo resucitado. O de arrepentimiento. O tal vez, del poder de la sangre de Cristo para salvar. O quizás de la santidad que los creyentes deben practicar. O la humildad y la mansedumbre como ejemplos de Cristo que los creyentes debemos imitar. O quizas de un verdadero arrepentimiento de corazón. Es más, jamás se postran de rodillas para orar y buscar el rostro de Dios y humillarse en su presencia. No se humillan, no oran con sencillez de corazón, no buscan el rostro del Señor con espíritu humilde, ni se convierten de sus malos caminos. Por el contrario son símbolos de la rebeldía, de la falta de amor, de afecto natural, de la opulencia, de la riqueza, de la arrogancia, de la indiferencia, y de la habilidad para enagañar aun a los escogidos.

El mal uso que hacen de las Escrituras

La única vez que Dios le pidió a los hombres que trajesen las mejores ofrendas como: oro, plata, cobre, lino fino, y otras especies aromáticas y de fibras, etc.,  fue por medio de Moisés a su pueblo escogido Israel. Esto lo demandó el Señor para que sea construido el Tabernáculo de Reunión donde su pueblo le debía adorar (leer Éxodo 25:1-8).

Dios no les dijo allí que ellos hicieran un pacto con Él trayendo sus mejores ofrendas, para que a cambio de ello fueran bendecidos. No existen otros registros bíblicos en donde se sugiera esta falsa enseñanza.

Asimismo para “sustentar” sus herejías, usan pasajes bíblicos claves, como por ejemplo:

1.  Abraham.   Quien por creerle a Dios fue enriquecido. Es cierto que este gran patriarca fue enriquecido abundantemente por Dios. Pero su bendición le fue otorgada por que él había sido escogido para cumplir un propósito muy, pero muy especial para Dios. Debía ser el padre de la nación escogida por Dios para darse a conocer a los hombres. Un propósito divino único en la historia (leer Génesis 12:1-2).

En su camino desde que salió de su familia hasta llegar a su destino final, tenía que relacionarse primeramente con reyes importantes de su tiempo. Y sus riquezas le daban peso de señorío para ganarse el respeto de los pueblos y los reyes de su tiempo. Así como también la fidelidad de quienes le servían como siervos.

Dios lo había constituido como un príncipe, y sus riquezas materiales debían estar a la altura de su rango (leer Génesis 23:5-6). En los designios de Dios fue un caso único en la historia. De allí en adelante jamás de los jamases Dios enriquecería del mismo modo; es decir, con el mismo propósito a otro hombre. Este llamado especial solo fue para Abraham.

Teológica o doctrinalmente no se puede tomar el ejemplo de Abraham para sustentar este tipo de herejías destructoras, esto es desviar el corazón de los creyentes del camino de la humildad y de la misericordia y asentarlo en el materialismo terrenal.

2.  Jacob. La historia de este patriarca es diferente a la de Abraham y otros. El no hizo un pacto con Dios. El le prometió al Señor que si lo hacía regresar con bien de su viaje en que iba huyendo de su hermano mayor Esaú, por robarle su primogenitura (leer Génesis 28:18-22), el diezmo de todo lo que el recibiera lo apartaría para el Señor.

El linaje de su abuelo Abraham debía continuar. Ahora a Jacob convertido en un “príncipe de Dios” también le tocaba conservar ese linaje especial que venía de Dios. El también debía ser semejante a su abuelo en riquezas, pues estas le daban honra, respeto y veneración de los pueblos y reyes de su tiempo.

Tampoco se puede tomar este ejemplo como un modelo para sustentar las herejías de riqueza material.

3.  Ni Abraham, ni Jacob, ni Salomón, ni ningún otro siervo de Dios hicieron un pacto con el Señor, para recibir riquezas materiales. Antes bien, fue el Señor quien hacía pacto con ellos, y los enriqueció para un propósito divino especial. La razón, es que Dios quiso confiar en los hombres. Sin embargo, observamos que muchos de los siervos de Dios le hicieron promesas, algunas fueron cumplidas, otras no (leer Eclesiastés 5:4).  ¡No hay sustento bíblico para afirmar esta forma de doctrina!

No hay registros bíblicos en donde se revele que hombre alguno haya hecho pacto con Dios, sencillamente por que el hombre no tiene nada que afrecerle a Dios. El rey David reconociendo esta verdad afirma "Porque ¿quien soy yo, y quien es mi pueblo, para que pudieramos ofrecerte voluntariamente cosas semejantes? Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos" (1 Crónocas 29:14).

Por el contrario es Dios el Señor quien si ha hecho pacto con los hombres en diferentes épocas de la historia. Lo hizo con el patriarca Noé (Génesis 9:9-13), con Abraham (   ), con Isaac (   ), con Jacob (   ), con David (   ), con Salomón (   ), con toda la nación de Israel (   ), con toda la humanidad ofreciéndo salvación y vida eterna en Cristo Jesús. El Señor si hizo pacto con el hombre, por que Él si tiene algo que ofrecerle al hombre. 

Los “altares” de piedras

Estos tenían la función de servir como lugar de sacrificios, donde los patriarcas ofrendaban a Dios sus sacrificios de gratitud o de paz. Estos eran usados en tiempos incluso antes que la ley fuera dada. Posteriormente a la ley toda ofrenda debía ser traída solamente a su Templo en  Jerusalén. Ya no eran válidos los otros altares de piedras. Dios había establecido un solo lugar donde su pueblo escogido le adorase: Jerusalén.

Luego, viene Cristo y enseña que el único altar en donde se debe adorar a Dios ya no será de piedras, e incluso ni en Jerusalén, ni siquiera en un desierto, u otro lugar físico, sino que esto sería en el corazón humano, el cual es un altar no hecho de mano de hombres sino de Dios. Todas las formas de adoración del antiguo testamento y antes de el, quedan ahora suprimidas y toma su lugar el corazón humano (leer Hebreos 9:11).

Pretender hacer creer que en el tiempo de la gracia, Dios siga aprobando este tipo de ofrendas, es retroceder al tiempo de la ley, y aún más atrás de la ley, esto tiene un nombre: herejía. Es invalidar la obra de Cristo, “... Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición…”  (leer Gálatas 3:10). Hacer esto en un templo evangélico es meter en el las maldiciones de la ley. Esto es lo que traen estos herejes mensajeros del mismo infierno.

Las “caídas” al suelo

A partir de los años 80 del milenio pasado, se comenzó a introducir en la iglesia del Señor un cierto tipo de ministración espiritual. Resultado: la gente se cae al suelo. La biblia dice que todo lo que podemos ver como manifestación espiritual en la iglesia debemos primero examinarla y confrontarla a la luz de la Palabra de Dios.

Por cierto en las Santas Escrituras no hay absolutamente nada que nos enseñe que este tipo de cosas tienen sustento del cielo y que este revelado en la Palabra del Señor como forma de doctrina. La biblia registra solo dos veces de alguien que se cae al suelo. Observemos con mucha atención y cuidado. La primera esta registrada en el evangelio de Marcos 9:20, en donde le traen a Jesús a un muchacho endemoniado, y cuando el demonio que estaba  en el joven vio a Jesús, lo sacudió con violencia, quien cayendo en tierra se revolcaba, echando espumarajos. El Señor Jesús le estaba ministrando al muchacho. Nótese, que fue el espíritu demoniaco quien derribó al muchacho. No fue el Espíritu Santo, ni mucho menos el Señor Jesús imponiéndole las manos. La otra caida al suelo mencionada en el N. T. se encuentra registrada en el evangelio de Juan 18: 4-6 en el momento de la captura del Señor. Allí Jesús no les estaba ministrando a sus capturadores. 

Hay que tener demasiado cuidado con las manifestaciones espirituales que se puede dar en una congregación, algunas de estas puedes ser manifestaciones de espiritismo, como las que estamos estudiando aqui.  El diablo, como padre de la mentira y hábil maestro del fraude, si puede hacer esto para cautivar a los creyentes, pues aún si fuera posible puede engañar a los escogidos sinceros del Señor para hacerlos caer en sus trampas de error y fraude, y aún glorificar a Dios por cosas como estas que el Señor no puede respaldar jamás. Ni Jesús, ni sus apóstoles ministraron algo así. No hay revelación alguna en la bendita Palabra del Señor, que sustente estas “manifestaciones”. Y SI NO HAY SUSTENTO BÍBLICO, NO SE PUEDEN APLICAR A LA IGLESIA.

La “risa santa”

Tamaña mentira del diablo. Esta obra maestra de Satanás, se manifiesta en un culto en donde todos o por lo menos la mayoría de los asistentes, comienzan a reírse de una manera exagerada revolcándose en el suelo. Y lo hacen por horas y horas. Este espíritu toma posesión de los miembros que andan en pecados de la carne.

 Mientras un maestro de estas herejías esté “ministrando” en el púlpito como “pastor” o como invitado, nadie más puede controlar estas orgías de desorden. Lo curioso es que estos maestros del error no caen bajo el toque de la risa, pues el demonio que opera en el, controla todo este desorden a través de su vida.

El apóstol Pablo dirigiéndose a Timoteo en su segunda carta a este, profetizando por el Espíritu Santo advierte a la iglesia del Señor de la siguiente manera: “Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios(2 Timoteo 4:1).

Los espíritus engañadores

Cuando Pablo profetisa diciendo “…espíritus engañadores…”, se esta refiriendo a predicadores que andan desordenadamente sin la cobertura espiritual de nadie, ni de iglesia alguna, ni de pastor alguno. No quieren tener cobertura espiritual de nadie. No pertenecen a una iglesia organizada. ¿Quién controla o supervisa a estos maestros del error y del fraude con relación a la clase de doctrina que predican o enseñan? ¡Nadie!

El Diccionario Enciclopédico Universal de la Lengua Española. Define el concepto “doctrina” como: “Enseñanza que se da para instrucción de alguno. Ciencia o sabiduría. Charla que se hace al pueblo explicándole la doctrina cristiana”.

Los espíritus engañadores son hombres de carne y hueso. Hoy en día estos se han autodenominado a si mismos como “apóstoles” y “profetas”. ¿Quién los ha constituido a ellos como tales? (En mi libro: “EL APOSTOLADO MODERNO” comento en detalle de este supuesto, infundado, apócrifo y mal llamado ministerio).

 

Cuando se refiere a “… doctrinas de demonios…” (Nótese bien, Pablo dice: “…doctrinas…”), en plural. Se esta refiriendo a que no puede ser introducida solamente una o dos malas doctrinas, sino que la iglesia será bombardeada bajo ataques de un sin número de estas. La finalidad de Satanás es hacer caer bajo el error y el engaño a la iglesia, para que continuando la práctica de estas patrañas se aparte de la gracia de Dios. Un ejemplo ni más ni menos: es lo mismo que hicieron los israelitas cuando adoraban a los baales. El espíritu de Jezabel aun esta obrando en la iglesia del Señor (leer Apocalipsis 2:20). Jesús mismo lo dice.

En sus prédicas o enseñanzas estos espíritus engañadores transmiten mensajes subliminales a los cristianos carentes de discernimiento. Sus prédicas aparentemente tienen respaldo bíblico. Son maestros del engaño y del error. Los mensajes subliminales están en las cortinas de humo que ponen cuando hablan del poder de Dios; es decir, que toman ejemplos bíblicos de promesas divinas que solamente fueron para el tiempo del antiguo pacto.

Hay promesas de Dios que solamente fueron para los patriarcas nada más, otras para todo el pueblo israelita en pleno, otras para el pueblo judío solamente, otras para algunos líderes  a quienes Dios levantó con un propósito específico, las cuales no pueden ser aplicables a la iglesia del nuevo pacto. Hay promesas que solamente se dieron y cumplieron para los patriarcas y que no son aplicables para ningún líder del nuevo testamento u otro. Hay promesas que solo fueron para el Israel del antiguo pacto y que no son aplicables a la iglesia del nuevo pacto. Como también hay promesas que fueron aplicables tanto al Israel de A. T. y que también son aplicables a la iglesia del N. T.

En conclusión, los mensajes subliminales de estos maestros del error y del fraude están escondidos en sus enseñanzas, cuando motivan a la iglesia de hoy a pretender establecer un nuevo tipo de adoración a Dios y así alcanzar las mismas promesas que solo fueron para el Israel de A. T. nada más.

Por ejemplo: los altares de piedras, los pactos con Dios, la adoración a Dios en los desiertos o en los cerros, la mejor siembra económica, el ungimiento con aceite de las ofrendas económicas, etc. Etc.

La "danza" del remolino y otras también

Este tipo de manifestación es demoniaca por cuanto tambien carece de respaldo bíblico. Los miembros practicantes de esta herejía creen de todo corazón que Dios aprueba su “danza” como adoración. Esto consiste en que los miembros de ciertas congregaciones en cuanto comienza la música y el canto en sus “cultos”, comienzan dizque a “danzar” en forma de pirinolas o trompos; es decir,  a una velocidad exageradamente veloz sin cansancio. Pueden moverse así por horas y horas.

El diablo los engaña a ellos en el sentido de que solo así se le adora a Dios. Se les engañó también diciéndoles que el Espíritu Santo “los toma” para que ellos dancen. Tamaña mentira del amo de las tinieblas. Aun otros se mueven en su carne a los compases de la música en la iglesia, pero de una manera desordenada. El Señor es un Dios de orden y todo lo que se hace para Él debe ser con orden. La biblia dice: “… Hágase todo decentemente y con orden” (leer 1 Corintios 14:40).  

La danza del pueblo de Dios, era ofrecida a Jehová con júbilo como ofrenda de gratitud por una victoria que el Señor les concedía sobre sus enemigos. Ejemplo: el cruce del Mar Rojo que se tragó a los egipcios enemigos de Israel (leer Éxodo 15:19-20), los retornos del rey a Jerusalén después de las victorias de guerra sobre sus enemigos (leer 1 Samuel 18:6-7-), o cuando habían matrimonios, etc., no danzaban cualquier tiempo del año. Como toda ofrenda al Señor debía haber una razón para ello.

Bíblicamente no es posible desde ningún argumento doctrinal que el Santo Espíritu de Dios pueda “tomar” a alguien para “obligarlo” a danzar. La cortina de humo la toman de la experiencia que tuvo el rey David cuando danzó para el Señor al trasladar el arca del pacto hacía Jerusalén. Ellos pasan por alto el contexto bíblico.

En 2 Samuel 6:14 se nos revela que “… David  danzaba con toda su fuerza delante de Jehová…”; es decir, que el rey de si mismo dispuso en su corazón ofrendar este sacrificio vivo a Dios. No dice en ninguna parte que el Espíritu Santo lo tomó, o de repente vino sobre él  y le dio fuerzas a David para que dance. Compárese con lo dicho por el mismo rey David en 2 Samuel 24:24.

¿Es bíblica la danza?

La danza para el Señor es un sacrificio vivo que un creyente le puede ofrendar a Dios con todo su corazón. Si es bíblica. Y es una forma de adoración al Señor. Para ello el creyente que quiere ofrendar sacrificio de danza a Dios, debe andar en el espíritu y apartado de toda práctica de pecado. Como ofrenda debe ser sacrificada de uno mismo; es decir, que no se precisa ser “tomado” por el Espíritu Santo para danzar. David dice: “… Porque no ofreceré a Jehová mi Dios holocaustos que no me cuesten nada…”

Cuando un creyente carnal pretende danzar en un culto andando en pecado, su danza se la está ofreciendo a los demonios. Lo mismo cuando “le canta un especial” al Señor con una vida en condiciones pecaminosas esta alimentando a los demonios.

El “ministerio profético”

Hoy en día ha tomado mucha fuerza esta corriente mal llamada “profética”. Hay hombres y mujeres que se han embarcado en este tren del error doctrinal pregonando esta herejía. En primer lugar quiero dejar bien en claro algo muy importante. Y es lo relacionado a la profecía bíblica. Puesto que aquella que hoy se pregona como “ministerio profético” no es bíblico. La profecía bíblica escrituralmente se puede dividir en dos facetas diferentes la una de la otra. Profecía como ministerio y Profecía como don.

  • Como ministerio (en el A. T.)

En el A. T. Dios había escogido a personas diferentes a quienes había confiado su profecía como un ministerio, por medio del cual hablaría a Israel su pueblo escogido. Los profetas del A. T. eran la boca de Dios. Y se dice como ministerio, por que el profeta podía hablar de parte de Dios en cualquier momento y en cualquier lugar. Era permanente y siempre había palabra del Señor en la boca de ellos.

Esto fue así hasta el cumplimiento de la promesa del Señor a través de Cristo. El Espíritu Santo no estaba permanentemente en el profeta, puesto que Cristo debía morir primero y ser resucitado para retornar al cielo y enviarlo para morar permanentemente en los creyentes. Dios le hablaba al profeta y le revelaba su voluntad a través de sueños o visiones. Era muy posible que el profeta hablara todos los días de la semana si Dios así lo requería. Puesto que era un ministerio. El ministerio era permanente. No es lo mismo con el don.

  • Como un don (en el N. T.)

Durante los primeros años del establecimiento de la iglesia (aproximadamente en su primer siglo) fue necesario mantener el ministerio profético. La razón. Fundamentar los cimientos de la iglesia y establecer las normas que debía practicar. Hechos 13:1-2 dice que “…Había entonces…”; es decir, había en aquel tiempo aun… “maestros y profetas…”

La iglesia estaba recién estableciéndose y no había una biblia como la tenemos hoy nosotros. Era necesario sembrar el temor de Dios en el corazón de los creyentes y advertirla de los peligros, afirmarla, fortalecerla, alentarla, consolarla, etc.,

Una vez cumplida la promesa del advenimiento del Espíritu Santo, vienen con Él los dones espirituales, que eran necesarios para edificar a la iglesia. A partir de allí, la profecía fue usada por el Señor como un don espiritual. El don es ocasional. Si Dios quiere habla en un momento por la boca del profeta y lo calla por otro tiempo prolongado. No es posible biblicamente hablando que siempre Dios esté hablando constantemente por la boca de un don profético. Entonces ¿para que tendríamos una biblia en nuestro poder?, si allí esta revelada la voluntad del Señor en su plenitud (leer 2 Pedro 1:19).

La herejía consiste en que hay gente que por la falta de conocimiento de la revelación de Dios en su Palabra, hacen uso de la profecía como si fuera un ministerio aún, lo cual no es bíblico. Se autodenominan profetas de Dios abiertamente y sin temor de Dios en sus corazones, profetizan cosas que en lugar de edificar a la iglesia o al creyente más bien le alimenta su ego. Y lo peor aún, que toman el nombre del Señor para profetizar constantemente de parte de Dios.

En otros casos condenan, acusan o avergüenzan a algún creyente o a alguna iglesia. Dios ama demasiado a su iglesia. Es la niña de sus ojos, y jamás Él acusaría, condenaría o avergonzaría a nadie por medio de profecía alguna. El nunca le haría daño a la que es objeto de su amor. A estos les gusta profetizar cuando de por medio hay dinero fuerte que recibir. Este es el espíritu de Balaán que ha logrado infiltrarse en la iglesia.

Estos maestros del fraude y el error, toman como base de sustento para "su ministerio profético" lo que esta escrito en Efesios 4:11: "Y el mismo constituyó a unos primero apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas y a otros pastores y maestros". La palabra "primero" está determinando la forma como Dios estableció su iglesia. Se refiere al orden de constitución no a la permanencia. Es obvio, que los primeros escogidos para establecer la iglesia fueron aquellos a quienes el Señor llamó directamente; es decir, primero a los doce y luego a Pablo. Estos vinieron a ser como una forma de arquitectos que hacen el diseño, establecen los valores de cálculo para la construcción, de manera pericial (péritos) ponen los fundamentos de la edificación a levantar. Luego vienen los ingenieros, los maestros de obra, los técnicos en albañilería, eléctricos, sanitarios, pintura y acabados hasta dejar listo el edificio nuevo.

 

 

que no habiendo todavía una revelación escrita de la Palabra de Dios para el Nuevo Testamento

El “negocio” del evangelio

El Espíritu Santo inspirando al apóstol Pablo, revela que hay ciertos tipos o clases de predicadores que andan por el mundo enseñando herejías destructoras, porque no tienen otra cosa que enseñar a la iglesia del Señor; a saber: “Algunos, a la verdad, predican a Cristo por envidia y contienda; pero otros de buena voluntad…; pero los otros por amor…” (leer Filipenses 1:15).

Esta revelación nos pone en “alerta roja” en cuanto a los riesgos de caer seducidos bajo la habilidad y astucia de estos maestros del error doctrinal y el fraude “Porque hay aún muchos contumaces, habladores de vanidades y engañadores;… a los cuales es preciso tapar la boca; que trastornan casas enteras, enseñando por ganancia deshonesta lo que no conviene” (leer Tito 1:10-11). Las iglesias que han abierto sus puertas a estos lobos disfrazados de ovejas, siempre han quedado trastornadas y confundidas, con el sabor amargo de la frustración. Pero hay otras que ni se han dado por enteradas de su error.

 

 

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