Organización y Gobierno del reino de Satanás
I. Los principados
Este término viene del griego “archai” que significa: “principios”. Se usa para mencionar la posesión de aquellos que tienen el primer lugar como gobernantes entre las esferas celestiales y también entre los hombres. Estas jerarquías en el reino de Satanás están compuestas de dos grupos conocidos como: Principados mayores y principados menores.
En un comienzo de la eternidad, estos principados fueron dotados y revestidos de dignidad la cual perdieron moralmente debido a su pecado de rebelión en contra de Dios (leer Judas 6) Esa dignidad era el sello de la santidad que Dios les había otorgado, con la cual se podían presentar ante Dios en alabanza y adoración angelical.
Ubicación de los tronos continentales de gobierno espiritual de las tinieblas:
Satanás ha adoptado como su símbolo emblema la muy conocida “estrella de cinco puntas” dentro de un círculo que representa la tierra y en cada una de las cinco puntas un círculo menor que representa a cada uno de los cinco continentes del mundo bajo su dominio. Los satanistas adoradores del diablo tienen este símbolo emblema pintado en el piso de sus templos de adoración. La estrella de cinco puntas es un emblema satánico. Los verdaderos cristianos nunca usarían algo que tenga que ver con este símbolo.
Jerarquías de gobierno de los principados mayores
1.1. Los principados continentales
Hay una cadena de mando y jerarquías demoniacas que comienza con los principados continentales. Son los responsables al más alto nivel de que se cumplan los designios de Satanás. Tienen la responsabilidad ante su “comandante general” Satanás, de que se cumplan estrictamente sus órdenes. Todo lo que se ha planificado en el “consejo supremo” se debe cumplir, de lo contrario ellos sufrirían las consecuencias de su ineficacia.
Para esta guerra, el Señor Jesús ha dotado de poder y autoridad a su iglesia, dándole potestad en su nombre todopoderoso por encima del poder y la fuerza del enemigo. La iglesia del Señor Jesucristo ha recibido “kratos” que en el griego significa: poder dominante. Ha sido establecida por el Señor como cabeza y no como cola, para estar encima solamente y nunca debajo (leer Deuteronomio 28:13). La iglesia del Señor tiene el control entregado por Cristo Jesús. “He aquí, les doy potestad de hollar (pisar) serpientes (principados) y escorpiones (demonios) y sobre toda fuerza del enemigo (su reino) y nada los dañará” (leer Lucas 10:19).
Estos principados continentales reciben directamente las órdenes del “jefe supremo” y las transmiten a los príncipes nacionales. Su jerarquía de gobierno y mando se puede observar del modo siguiente:
Un príncipe es asignado a cada vida, familia, ciudad, región y país. Una persona que esta poseída por demonios agresivos siempre tendrá un príncipe sobre ella (leer Marcos 5:6). Una ciudad también puede estar bajo la posesión demoniaca cuando practica algún tipo de actos que denigran contra la moral y las buenas costumbres. Por ejemplo, la ciudad de Río de Janeiro y su famoso “carnaval carioca”, ellos rinden culto en la carne a Baal = Carna-baal.
1.2. Principados Nacionales
Son cada uno de los príncipes mayores que Satanás ha constituido sobre el gobierno espiritual de cada nación (leer Daniel 10:13, 20). Tienen establecido su trono nacional en el lugar más alto del país que gobiernan. El trono nacional del príncipe espiritual que gobierna a Perú no esta establecido en la ciudad capital como debería ser, este se halla ubicado en el pico nevado del Huascarán que tiene una altura de 6,746 s.n.m. El orden de gobierno espiritual es diferente en ubicación al orden terrenal.
Estos principados nacionales componen a su vez el “estado mayor” del príncipe continental al cual pertenecen. Ellos reciben las órdenes de los príncipes continentales y las emiten a los príncipes de cada región de su país. Un ejemplo lo podemos observar en el siguiente gráfico:
Jerarquías de gobierno de los principados menores
Principados menores
A. Principados regionales
Estos son aquellos que han sido establecidos para gobernar sobre cada región de los países que integran un continente. Estos reciben las órdenes de los principados nacionales y las transmiten a los principados locales; es decir, a los que gobiernan los diferentes pueblos de una región. Tienen sus tronos de gobierno en el lugar más alto de cada región.
B. Principados locales
Estos a su vez son aquellos que gobiernan toda actividad que se realiza en los pueblos de cada región territorial. Entre estas actividades principales están las religiosas o fiestas “patronales”, “el día de los muertos”, la “semana santa”, los eventos “artísticos”, los “carnavales”, accidentes, consumo de drogas, de licor, prostitución, homosexualismo, asaltos, crímenes, violaciones y muerte. Reciben las órdenes de los principados regionales. Tienen sus tronos de mando en el lugar más alto de cada ciudad o pueblo.
C. Principados asignados a las familias
Estos están asignados a las familias que viven en un pueblo local. Se encargan de obrar e influenciar en la conducta de cada familia promoviendo celos, pleitos, divorcios, adulterios, hogares disfuncionales, entre sus miembros. Ellos reciben las órdenes de los principados locales.
D. Principados personales
Son la última línea de la jerarquía de gobierno de Satanás. Tienen la “responsabilidad” de generar ciertos tipos de conducta en cada persona o individuo. Reciben las órdenes de los principados asignados a las familias.
Comienzan “su labor” desde el momento que el individuo comienza a tener uso de razón. Ellos agotan todos los recursos posibles para sembrar y generar conductas desviadas como: problemas de identidad personal en relación al sexo, curiosidad por descubrir “ciertas cosas” cayendo en el consumo de drogas, de licor, cigarrillos, promiscuidad sexual, heridas en el alma por causa de las ofensas y agravios recibidos, decepciones, fracasos en la vida, abandonos de hogar, frustraciones personales, dureza de corazón para con Dios, suicidios, etc. etc.
Para que sus propósitos sean logrados, estos tienen a su disposición a las huestes de maldad (demonios) y sus órdenes son cumplidas irrevocablemente. Ellos; es decir, los demonios, tienen la responsabilidad de destruir las vidas de las personas y hacerlos comportarse de manera abominable delante de Dios.
Para lograr sus propósitos malignos, estos principados trabajan algunas veces en mutua coordinación unos con otros, pero otras veces solo se limitan a realizarlas de manera local con sus propias huestes bajo su mando. Algunas veces también requieren del apoyo de las potestades, o de los gobernantes de las tinieblas, cuando se trata de propósitos nacionales, regionales o locales.
II. Las potestades (Efesios 2:2)
Estos son principados mayores establecidos por Satanás para tener el control y gobierno sobre los elementos naturales: tierra, aire, agua y fuego. El Señor Jesús dijo que el maligno “…ha venido para hurtar y matar y destruir…” (leer Juan 10:10).
Si bien es cierto que Satanás es el príncipe de este mundo; y “…que el mundo entero esta bajo el maligno” (leer 1 Juan 5:10), y que este podría hacer y deshacer a su antojo para destruir la creación terrenal de Dios, el no tiene el control total y absoluto de los reinos de este mundo para realizar esa destrucción maligna.
Del tipo de destrucción que ocurre en los reinos de la tierra, algunos de ellos son juicios de Dios que se ejecutan por designios divinos y soberanos del Señor, para llamar al arrepentimiento a los hombres.
En la ejecución de estos juicios Satanás cree de algún modo que eso ocurre por que “él lo ha dispuestos así”, (vana arrogancia la suya) sin embargo no se puede dar cuenta jamás que simplemente Dios lo está utilizando para que estas cosas ocurran así. Por tanto es el creador Dios Todopoderoso quien tiene el control absoluto.
Satanás esta limitado a señorear solamente en las esferas terrenales de gobierno que Dios le asignó a Adán, y que le fueron usurpadas. Dios como creador supremo no le entregó el total y absoluto señorío sobre toda la creación terrenal a Adán. Este debía gobernar en representación de Dios en la tierra.
Si así hubiera sido, entonces el Señor no hubiera podido recuperar jamás nada de su creación, y Satanás luego de recibirlo del hombre hubiera tenido todo, absolutamente todo el señorío sobre lo terrenal. Eso si hubiera sido un total desastre, pues no hubiera habido posibilidad alguna de redención (leer Romanos 8:19-21).
Las potestades son príncipes poderosos de Satanás que gobiernan los elementos naturales que Dios ha creado tanto en la tierra como en las aguas y en los aires.
· En la tierra: terremotos, temblores, sismos, guerras, asaltos, violaciones, terrorismo, asesinatos (leer Génesis 4:10-11) etc.
· En el aire: huracanes, torbellinos, ciclones, tormentas, tempestades, tornados, truenos, relámpagos, destrucción de la capa de ozono, etc.
· En el agua: tsunamis, maremotos, naufragios, ahogamientos, etc.
· En el fuego: incendios, erupciones volcánicas, uso de la pólvora para matar, incendios de bosques de grandes proporciones, etc.
La biblia revela que todos los reinos de la tierra serán recuperados finalmente por Dios el Señor, y que su Cristo reinará definitivamente por toda la eternidad en un reino creado y establecido desde antes de la fundación del mundo (leer Apocalipsis 11:15).
Finalmente en la ejecución de los juicios definitivos de Dios Satanás no podrá impedir la realización de estos juicios porque el Señor tiene a un ángel más poderoso que lo tomará prisionero y lo atará por mil años y lo arrojará al abismo y lo encerrará en una prisión en la cual pondrá su sello, para impedir su salida.
De modo pues que Satanás solo es el príncipe de este mundo por un corto periodo de tiempo. Pero Aleluya, Dios el Señor, tiene a otras potestades de su reino aun más poderosas que las de Satanás (leer Apocalipsis 9:1-2; 10:1;).
III. Los gobernadores de las tinieblas
Estos tienen a su cargo la ejecución de los planes y designios de Satanás a través de los gobiernos terrenales en general, sean: monarquías, políticos, dictaduras, etc. También a través de las organizaciones internacionales. Ellos gobiernan a las naciones y pueblos a través de los presidentes y representantes nacionales, regionales, locales, congresos de la república, los poderes del estado, poder judicial, poder electoral, fuerzas armadas, policiales, ministerios públicos, y toda suerte de gobiernos y liderazgos que se dan en una sociedad.
Estos gobernantes se encargan de impedir que las naciones y los pueblos puedan disfrutar de verdadera paz, bienestar y prosperidad para que la gente viva descontenta y amargada durante toda su vida por la “ineficacia” de sus gobernantes. Además se encargan también de promover guerras y conatos entre pueblos y naciones, para fomentar guerras y con ello muerte. Sus agentes están infiltrados en medio de las organizaciones terrenales para fomentar la discordia y el odio.
Asimismo también tienen “la misión” de infiltrarse en la iglesia del Señor para sembrar y fomentar discordias, pleitos, enemistades, murmuraciones, chismes, calumnias, ofensas, agravios, falta de amor, falta de perdón y heridas en el alma entre los hermanos de una congregación local y así de esta manera impedir que haya avivamientos espirituales de bendición. Estos espíritus se infiltran en una congregación local a través de la vida carnal de aquellos hermanos que andan desordenadamente.
IV. Las huestes espirituales de maldad
Estos son los “soldados rasos” que ejecutan las órdenes “de arriba”. Llamados también demonios o espíritus inmundos. Su príncipe general es Baal-zebub o Beelzebú. La biblia revela y enseña explícitamente que los demonios poseen poderes verdaderos para robar, matar y destruir (leer Juan 10:10). Estos espíritus no son ángeles caídos. Ni tampoco son seres ciegos, torpes y despistados como mucha gente podría llegar a creer que son. Todos ellos están liderados y sujetos universalmente a un “príncipe mayor” llamado Baal-zebub o Belcebú: “el príncipe de los demonios”
De los ángeles caídos si se sabe con relación a su origen, sin embargo no existe revelación alguna que nos muestre el origen de estos seres inmundos. Solamente aparecen en la escena bíblica en los tiempos del ministerio terrenal del Señor Jesús.
Estos demonios tienen personalidad propia y son inteligentes. Y desean manifestar sus rasgos propios a través de la vida de las personas. En este numeral vamos a analizar la verdadera naturaleza del poder demoniaco.
Esferas de acción demoniacas
1. Los ángeles caídos: Son los líderes que gobiernan, y tienen establecidos sus tronos en las esferas celestiales de tinieblas; este es el segundo cielo que se interpone entre el tercer cielo que es la morada de Dios o reino de luz. Desde allí ordenan a las huestes espirituales demoniacas cumplir los designios de Satanás.
2. Los demonios o espíritus inmundos: operan en las esferas terrenales; es decir, en el mundo habitado por los hombres. Siempre quieren manifestarse a través de la vida de los hombres que habitan en el primer cielo o morada terrestre.
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